sábado, 25 de febrero de 2012

EL SANTO CALÍZ DE VALENCIA A LA LUZ DE LA CIENCIA (II)

Os facilitamos el texto que sirvió de apoyo a la Conferencia titulada “El Santo Cáliz de Valencia a la Luz de la Ciencia”, del Dr. Sánchez Hermosilla.

EL SANTO CALÍZ DE VALENCIA A LA LUZ DE LA CIENCIA



El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, es considerado en la actualidad por los investigadores el Cáliz con que se celebro la Santa Cena, es decir, la Primera Eucaristía, pues en base a los conocimientos científicos actuales, nada se opone a la hipótesis de que pudiera haber estado en las manos de Jesucristo mientras celebraba con sus discípulos la última cena en Jerusalen durante el primer siglo de nuestra era.


En la actualidad, se conserva en la Catedral de Valencia, y es posible visitarlo, pues está expuesto de forma permanente en una capilla propia, la Capilla del Santo Cáliz. La reliquia está situada en una hornacina situada en un magnífico retablo de alabastro del siglo XV. Dicha hornacina ocupa un lugar preeminente, adecuado a la dignidad de su contenido.






¿POR QUE ESTA EN VALENCIA?

El Santo Cáliz de Valencia, salió desde Roma durante el siglo III de nuestra era, durante la persecución del Emperador Valeriano, ante el evidente riesgo de pérdida, San Lorenzo, poco antes de ser martirizado, intentó esconderlo en su tierra natal, situada en la actual Huesca, donde se conservó durante centurias, cambiando de ubicación repetidas veces como consecuencia de la invasión árabe de la península ibérica, finalmente, los avatares de la historia lo llevaron a Valencia en el año 1424, donde se ha conservado hasta la actualidad.


¿ES EN REALIDAD EL SANTO CÁLIZ?

Las investigaciones realizadas hasta la fecha no encuentran ninguna objeción desde el punto de vista arqueológico, histórico, científico y antropológico a la hipótesis de que se trate del Santo Cáliz. El resto de posibles candidatos, no resiste la más mínima de las investigaciones.




En la Santa Cena, lo que se utilizó fue la parte superior del cáliz, pues se trata de un vaso murrino elaborado no de cristal, sino en cornalina, una piedra semipreciosa, material perfectamente compatible con una copa de bendición judía destinada a celebrar la Pascual Judía.
El resto del cáliz fue añadido posteriormente, tras su llegada a España, probablemente, durante su estancia en el Monasterio de San Juan de la Peña.

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