La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es una celebración a nivel internacional cada dos o tres años. Es un encuentro de los jóvenes de los cinco continentes y de todas las naciones con el Papa.
El origen de estos encuentros se dio por el amor que Juan Pablo II tenía por los jóvenes el Domingo de Ramos de 1984, el Papa Juan Pablo II convocó a la juventud de Roma a celebrar con él el Año de la Redención. La respuesta entusiasmada que recibió de ellos superó toda expectativa.
En 1985 el Papa escribió una carta dirigida a los jóvenes del mundo y más tarde lanzó la aventura de la Jornada Mundial de la Juventud.
“Todos los jóvenes - dijo el Papa Juan Pablo II - deben sentirse seguidos por la Iglesia, esa es la razón por la cual la Iglesia, en unión con el sucesor de Pedro, se siente más y más comprometida, a escala mundial, por los jóvenes, sus preocupaciones, sus preguntas, su apertura y sus esperanzas, para responder a sus expectativas y comunicar la certeza de quién es Cristo, la Verdad que es Cristo, el amor que es Cristo...”
(20 de diciembre de 1985)
Los Dias en las Diócesis (DED). Casi todas las Diócesis españolas acogerán a miles de jóvenes que asistirán a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, en Agosto de 2011, durante los días previos a la celebración de la misma.
(20 de diciembre de 1985)
Los Dias en las Diócesis (DED). Casi todas las Diócesis españolas acogerán a miles de jóvenes que asistirán a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, en Agosto de 2011, durante los días previos a la celebración de la misma.
La diócesis de Cartagena acogerá a miles de jóvenes peregrinos que visitarán España con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, los días previos a la misma. Fe, cultura y diversión se unirán en una gran cantidad de actividades nunca antes vistas en la Región de Murcia. Para ello es clave la convivencia de los jóvenes extranjeros en las parroquias. Cada parroquia, su gente, su cultura, su entorno... compondrán la experiencia de cada peregrino.
Las parroquias y familias que acogen a los jóvenes, compartiendo su casa, sus bienes y su tiempo reciben al mismo Jesucristo, "porque era forastero y me acogísteis" (Mt 25, 35)
Los DED comenzaron en 1997. Con motivo de la JMJ de París, la Iglesia en Francia promovió estos encuentros, como un modo de facilitar la pastoral juvenil de las diócesis francesas, de conseguir que Francia entera acogiera a los peregrinos venidos de otros países, y de animar a los jóvenes franceses a acudir a la JMJ.
La experiencia fue tan buena que fue adoptada también en las siguientes JMJ de Italia, Canadá, Alemania y Australia. En esos países, los DED han incluido actividades de muy diverso tipo: encuentros con los jóvenes y las familias, conciertos, vigilias de oración, trabajos sociales para la comunidad o los más desfavorecidos, etc.
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